sábado, 2 de julio de 2011

33. “VIVAN EN ARMONÍA CON EL CIELO”


Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. Mat. 5: 48.

Dios dio a Daniel y a sus compañeros "conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños" (Dan. 1: 17). . . En ese tiempo Babilonia era el reino más grande del mundo. Dios permitió que Daniel y sus compañeros fueran tomados cautivos a fin de que pudieran llevar el conocimiento del único Dios verdadero. Creador del cielo y de la tierra, al rey y a los nobles de Babilonia. Dios hizo que Daniel obtuviera el favor del príncipe de los eunucos porque se condujo correctamente. Mantuvo delante de sí el temor del Señor. Sus compañeros nunca vieron en su vida nada que pudiera descarriarlos. Los encargados de cuidarlo lo llegaron a amar, porque llevaba consigo la fragancia de una disposición semejante a la de Cristo...

Dios coopera con el esfuerzo humano. Daniel podría haber dicho: "por supuesto, debo comer lo que el rey manda". Pero en vez de ello, resolvió obedecer a Dios y El lo ayudó en forma inmediata. De la misma manera, cuando estén determinados a obedecer los mandamientos divinos. Dios cooperará con ustedes haciéndolos testigos de lo que el Cielo aprueba...

No saben en qué posición pueden ser colocados. Dios puede usarlos como usó a Daniel, para llevar el conocimiento de la verdad a los poderosos de la tierra. Depende de ustedes decidir si tendrán conocimiento y capacidad. Dios puede darles la capacidad de aprender todo. Puede ayudarlos para que se adapten al curso de estudios que emprendan. Tengan una relación correcta con Dios. Hagan de esto su primer interés. Desarrollen principios correctos, nobles, elevadores...

Dios desea que ustedes sean sus testigos. Desea que tracen líneas de acción que sean rectas. Al hacer esto, les dará habilidad, sabiduría y comprensión. Avanzarán paso tras paso, porque Dios no desea que permanezcan inmóviles. Desea que anden en la senda de sus mandamientos, avanzando constantemente hacia adelante y hacia arriba.

Dios está en íntima relación con los hilos que mueven nuestra existencia. Conoce cada pensamiento del corazón, cada acción de la vida... Esfuércense, entonces, para vivir en armonía con El. Luchen para alcanzar una norma elevada. Ángeles celestiales los ayudarán, y aun más que esto, Cristo los ayudará. El Príncipe de la vida está más interesado que ningún otro en la salvación de ustedes. Pueden honrarlo mostrando que aprecian lo que El ha hecho por ustedes. Pueden glorificarlo y alegrar a los ángeles revelando en sus vidas que El no murió en vano. Decidan que se escribirá la palabra "vencedor" frente a sus nombres en los libros del cielo. Entonces se desvanecerá todo descontento e infelicidad. Sus corazones se llenarán de paz y gozo en el Espíritu Santo (Manuscrito 13, del 2 de febrero de 1900, "Palabras a los estudiantes"). 46


(Alza tus Ojos de E. G. de White)

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