Y se
difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias,
los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados-,
lunáticos y paralíticos; y los sanó. Mat. 4:24.
"Un
llamado a hacer mayores esfuerzos".
LA Vida De Cristo Fue De Constante Sacrificio Propio. SU OBRA No Estaba Limitada A Algún Lugar O Tiempo. ESTABA Ligada Sólo Por El Amor Y La Simpatía Que Jesús Sentía Por Las Almas Por Las Cuales Pronto Daría Su Vida.
Su Compasión No Conocía
Límites.
REALIZÓ SU
OBRA DE SANAMIENTO Y ENSEÑANZA EN TAN GRANDE ESCALA, Que No Había Edificio En
Palestina Lo Suficientemente Grande Para Albergar Las Multitudes Que Lo
Rodeaban. EN CADA Ciudad Y Pueblo Por donde pasaba se encontraba su hospital.
EN LAS LADERAS De Las Colinas De Galilea, en las grandes vías públicas, en la
costa del mar, en las sinagogas, en todo lugar donde había corazones prestos a
escuchar su mensaje, Cristo sanaba a las personas y les señalaba al Padre
Celestial. AL ATARDECER, luego de la jornada de labor, hablaba con los que
durante el día trabajaban por una pitanza para sostener a sus familias.
SI SÓLO
Comprendiéramos Cuán Diligentemente Trabajó Cristo Para Sembrar La Semilla Del
Evangelio, No Limitaríamos Nuestros Esfuerzos A La Asistencia A Los Cultos Del
Sábado. TRABAJARÍAMOS Incansablemente Repartiendo El Pan De Vida A Las Almas
Moribundas. . .
CAPTEMOS
El Espíritu Del Gran Maestro. APRENDAMOS Del Amigo De Los Pecadores Cómo Ayudar
A Las Almas Enfermas De Pecado. SU CORAZÓN Siempre Se Conmovía Con La Angustia
Humana.
¿Por Qué Somos Tan Fríos E Indiferentes?
¿Por Qué Nuestros Corazones Son Tan Poco
Impresionables?
CRISTO Se
Colocó Sobre El Altar Del Servicio Como Un Sacrificio Vivo.
¿Por Qué
Somos Tan Reacios A Entregarnos A La Obra A La Cual El Consagró Su Vida?
ALGO DEBE HACERSE Para Curar La Terrible
Indiferencia Que Se Ha Adueñado De Nosotros. DOBLEMOS Nuestras Cabezas En Humillación Al Ver Cuánto Menos Hicimos De
Los Que Podríamos Haber Hecho Para Sembrar Las Semillas De La Verdad.
CUANDO NOS
CONVIRTAMOS, Cambiarán Nuestros Deseos De Gozar De Tranquilidad Y Elegancia.
CRISTO
Conformó Sus Deseos Y Anhelos Estrictamente A Su Misión, la misión que llevaba
la insignia del cielo. EL SUBORDINÓ todo a la gran tarea que vino a realizar a
este mundo en favor de la raza caída.
CUANDO En
Su Juventud Su Madre Lo Encontró En La Escuela De Los Rabinos Y Le Preguntó
"Hijo, ¿Por Qué Nos Has Hecho Así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado
con angustia", Les Contestó: "¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que
en los negocios de mi Padre me es necesario estar?" (Luc. 2:48,49).
(Manuscrito
147, del 12 de noviembre de 1902, "Un llamado a hacer mayores esfuerzos").
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