No se
turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi
Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy pues a
preparar lugar para vosotros. Juan 14:1,2.
Dirigida a
un hombre de negocios de bastantes recursos
¡Cuán
Precioso Es Saber Que Tenemos Un Amigo Fiel, Alguien que nos impartirá un
carácter noble y elevado, que nos hará idóneos para estar en compañía de los
santos ángeles en las cortes celestiales!
Su
Protección Está Sobre Todos Sus Hijos. Gozan De Una Paz Que El Mundo No Puede
Dar Ni Quitar. La Pérdida De Los Tesoros Terrenales No Los Hace Sentirse
Desesperados O Desposeídos...
Cristo
Contempla El Mundo, tan lleno de actividad en procura de tesoros terrenales. Ve
A Tantos que tratan ansiosamente Tener primero una cosa y después la otra, en
sus esfuerzos por obtener el codiciado tesoro terrenal que, según ellos
piensan, Satisfará su ambición egoísta, mientras en su ansiosa búsqueda pasan
por alto el único sendero que conduce a las verdaderas riquezas.
Como El
Que Tiene Autoridad, Cristo habla a los tales invitándolos a seguirle. Se
Ofrece A Conducirlos A Las Riquezas Que Son Tan Perdurables Como La Eternidad.
Les Señala
El Sendero Angosto De La Abnegación Y Del Sacrificio. Los Que Se Esfuercen Por
Avanzar En Este Sendero, Superando Cada Obstáculo, Alcanzarán La Tierra De
Gloria. Al Levantar La Cruz Encontrarán Que Ésta Los Eleva A Ellos, Y Por
Último Obtendrán El Tesoro Imperecedero.
Muchos
Creen Que La Seguridad Está En Las Riquezas Terrenales. Pero Cristo está
tratando de quitar de sus ojos la mota que oscurece la visión, Y Capacitarlos
así para contemplar el mucho más grande y eterno peso de gloria. Confunden
Fantasmas Con Las Realidades Y Han Perdido De Vista Las Glorias Del Mundo
Eterno. Cristo Los Invita A Extender Su Vista Más Allá Del Presente Y Añadir
Eternidad A Su Visión. . .
No Hay
Lugar Sobre La Tierra Donde El Tesoro Esté A Cubierto De Toda Pérdida. Pero Hay
Una Ciudad Que Tiene Fundamentos, Cuyo Constructor Y Hacedor Es Dios. Cristo
Trata De Apartar La Atención De Las Inversiones Imprudentes En Riquezas
Perecederas, Aconsejando A Los Hombres Que Hagan Tesoros En El Cielo.
Los Que
Han Prodigado Su Afecto A Los Tesoros Terrenales Sin Tomar En Cuenta Las
Riquezas Celestiales, Recibirán Pronto Su Recompensa. Perderán Los Tesoros
Terrenales, Por Los Cuales Vendieron Sus Almas A Satanás. . .
¿No
Quisieran Aquellos Que No Se Han Entregado Todavía Plenamente Al Gran Rebelde
Venir Y Tomar Su Posición Ahora Al Lado Del Señor?
¿No
Quisieran, Antes Que Sea Demasiado Tarde, Dejar Las Obras De Maldad Y Colocarse
Bajo El Estandarte Teñido Con Sangre Del Príncipe Emmanuel?
(Carta 264, del 7 de diciembre de 1903, dirigida a un hombre de negocios de bastantes recursos). 354
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