viernes, 27 de enero de 2012

161. “DIOS REQUIERE TODO EL CORAZÓN”


Porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. Deut. 30:16.

Cuando los individuos están verdaderamente convertidos, experimentan un cambio en su conducta. Todos sus gastos tendrán solamente un propósito: mantener en vista la gloria de Dios, ejercer una influencia correcta en la iglesia y testificar ante el mundo, por medio de todas sus acciones, que son hijos de Dios y que mediante la fe han llegado a ser partícipes de la abnegación y del gran amor de Cristo por las almas que perecen. Estarán constantemente en guardia para no levantar un estandarte mundano en lugar de la bandera de Jesucristo.

¡Qué cuenta tendrán que dar los que viven en - - - - -, que tienen la Biblia para guiarlos en lo que concierne al espíritu y la acción, a fin de llevar almas de las tinieblas al sendero señalado para que caminen por él los rescatados del Señor! ¡Cuánto dinero se gasta para obedecer los impulsos y deseos de un corazón carnal, para agradar y glorificar el yo! ¡Cuántos recursos que se invierten para satisfacer el yo podrían fluir a la tesorería del Señor! Y en el juicio, esas pobres almas tentadas que vivieron para agradarse a sí mismas, verán estas cosas tal como Dios las evalúa. Podrán advertir cómo podrían haber sido ayudados y salvados si no hubieran estado tan absorbidos por el yo.
 
Todos los que poseen el conocimiento de la verdad tienen una obra que hacer para estar en armonía con Cristo. "Sois colaboradores juntamente con Dios" (véase 1 Cor. 3: 9). La salvación del alma está por encima de cualquier otro interés. La cruz del Calvario señala cuánto mayor es su valor que cualquier otra empresa. . .

Dios ha dado a cada uno una obra para hacer. No debe haber perezosos. Nadie debe ser egoísta y egocéntrico. Es muy fácil serlo, y Satanás está trabajando constantemente para que este espíritu se manifieste en quienes profesan ser cristianos.

Quisiera hacer comprender a la iglesia cuán terrible es profesar ser cristianos mientras que, en lugar de que los pensamientos y acciones se encaminen hacia el cielo, son de un carácter tal que se ajustan a los planes de Satanás. De esta manera él puede usarlos como señuelos para apartar a otros de una piedad verdadera y de una obra cristiana fervorosa. La sal que ha perdido su sabor nunca podrá beneficiar al mundo. A partir de ese momento no sirve para nada, sino para ser echada afuera y pisoteada bajo los pies de los hombres. . . 

¿Quién está revestido de la armadura de Jesucristo? ¿Quiénes se han alistado bajo el estandarte para actuar como soldados fieles y bien disciplinados? Dios nos ha hecho mayordomos, y se espera de un mayordomo que sea hallado fiel. . . Dios requiere todo el corazón.
(Manuscrito 10, del 10 de junio de 1892, "Testimonio a la Iglesia de Battle Creek"). 
Alza tus Ojos de E. G. de White

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