Debemos estudiar el Modelo, para que el espíritu que habitó en Cristo pueda morar en nosotros. Al Salvador no se lo halló entre los eminentes y honorables del mundo. No empleó su tiempo entre los que buscaban su propia comodidad y deleite. Trabajó para ayudar a los que necesitaban ayuda, para salvar a los perdidos y a los que perecían, para levantar a los caídos... DNC 185
lunes, 27 de noviembre de 2023
jueves, 5 de octubre de 2023
06. “DOMINIO PROPIO, LA MAYOR EVIDENCIA DE NOBLEZA”
Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se
enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad. (Proverbios 16:32).
[El que tarda en airarse] ha vencido al yo- el enemigo más poderoso que el hombre tiene
que enfrentar.
La Mayor evidencia de nobleza en
un cristiano es
el dominio propio, El que puede permanecer inconmovible en medio de
una tormenta de
ultrajes es uno de los héroes de Dios.
Dominar el espíritu es mantener el yo bajo disciplina; resistir el mal; regular
cada palabra y acto por
la gran norma de la justicia de Dios.
El que ha aprendido a enseñorearse de su espíritu se elevará por
encima de los desaires, las contrariedades, los disgustos a los
cuales estamos expuestos
diariamente, y éstos dejarán de arrojar una sombra sobre su ánimo.
Es El Propósito de Dios que el regio poder de la razón santificada, controlado por la gracia divina, Ejerza
Dominio en las vidas de los
seres humanos. El que se enseñorea de su espíritu está en posesión de este poder.
En la infancia y en la juventud el carácter es de lo más
impresionable. La facultad del dominio propio debería adquirirse entonces.
Junto al hogar
y a la mesa familiar se
ejercen influencias
cuyos resultados son tan duraderos como la eternidad.
Más que cualquier dote natural, los hábitos establecidos en los años tempranos determinarán si un
hombre ha de ser
victorioso o vencido en la batalla
de la vida.
En el uso del lenguaje no hay, tal vez, un error que adultos
y jóvenes estén más
propensos a pasar ligeramente por alto que la conversación apresurada e impaciente.
Piensan que
es excusa suficiente
alegar: "Estaba desprevenido, y no quise realmente decir
lo que dije". Pero
la Palabra de Dios no lo trata ligeramente...
La mayor parte de los disgustos, las angustias y las irritaciones de la vida se deben al
temperamento descontrolado.
En un momento,
por palabras apresuradas, apasionadas,
descuidadas, puede
producirse un mal que el arrepentimiento de una vida entera no podrá deshacer. ¡Oh, los corazones que son quebrantados,
los amigos que
son alejados, las vidas que son arruinadas, por
las palabras
rudas y apresuradas de los que podrían haber traído ayuda y sanidad!
El Exceso
De Trabajo es a veces causa de la pérdida del dominio propio. Pero el
Señor nunca exige movimientos apresurados y complicados.
Muchos
acumulan sobre sí cargas
que el misericordioso Padre celestial no colocó
sobre ellos. Deberes
que El nunca planeó que realizaran
se suceden unos a otros
alocadamente.
Dios desea
que comprendamos que no glorificamos su nombre cuando
asumimos tantas cargas que estamos
sobrecargados y,
al quedar agotados del
corazón y de la menté, nos irritamos
y enojamos y refunfuñamos.
Hemos
de llevar únicamente las responsabilidades que el Señor nos encomienda, confiando
en El, y manteniendo así nuestros corazones
puros y dulces y
compasivos. Review and Herald, 31
de octubre de 1907. RJ284/EGW/MHP 285
lunes, 11 de septiembre de 2023
05. “JESÚS SE IDENTIFICA CON EL NECESITADO”
El Rey les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de
estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Mateo 25:40.
Mientras Dios en su providencia ha cargado la tierra con sus abundantes
bendiciones y llenado sus depósitos con cosas para gozar la vida, no hay en absoluto excusa para que la tesorería de Dios permanezca vacía.
Los cristianos no tienen excusa al permitir que los clamores de la viuda
y las oraciones del huérfano asciendan al cielo debido a las necesidades que
tienen, mientras una Providencia liberal ha colocado en las manos de esos
cristianos abundancia para suplir las necesidades de los pobres.
Que los clamores de la viuda y de los huérfanos
no pidan la venganza del cielo sobre nosotros como pueblo.
En
el profeso mundo cristiano, hay demasiado dinero que se gasta en ostentaciones
extravagantes,
en joyas y adornos, como para suplir las necesidades de todos los hambrientos y
para vestir a los desnudos en nuestras poblaciones y ciudades; y sin embargo,
estos profesos seguidores del manso y humilde Jesús no necesitan privarse a sí
mismos de alimento adecuado o de vestimenta confortable.
¿Qué dirán estos miembros de iglesia cuando sean confrontados en el día de Dios
por los pobres honestos, los afligidos, las viudas y los huérfanos, quienes
han conocido la severa pobreza para las escasas necesidades de la vida, mientras estos profesos seguidores de
Cristo gastaron en ropa superflua y adornos innecesarios, que
además están prohibidos expresamente en la Palabra de Dios, lo suficiente como para suplir todas sus
necesidades?
Vemos damas que profesan piedad usando elegantes cadenas de oro,
collares, anillos y otras alhajas... mientras la necesidad está al
acecho en las calles, y a cada lado están los que sufren y los indigentes.
Éstos no les
interesan, no despiertan su simpatía, y sin embargo llorarán al leer
el sufrimiento imaginario que se describe en la última novela.
No tienen oídos para oír los
clamores de los necesitados,
ni ojos para contemplar el frío y las formas casi desprovistas de
ropa
de las mujeres y los niños que hay a su alrededor.
Miran las necesidades reales como una
especie de delito, y se retiran de la humanidad doliente como de una enfermedad
contagiosa.
A los tales, Cristo les dice: “Tuve hambre, y no me
disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de
beber... enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis”. Mateo 25:42,43.
Pero Cristo dice a los justos: “Porque tuve hambre, y me disteis de
comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve
desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis
a mí”...
De ese modo Cristo identifica su interés con el
de la humanidad doliente. Las obras de amor y caridad hechas a los dolientes son como si lo
hiciéramos a él mismo. The Review
and Herald, 21 de noviembre de 1878. [262]
lunes, 19 de junio de 2023
04. “ESTABLECER PRIORIDADES CORRECTAS PARA LA VIDA”
Mas buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas. Mateo 6:33.
A cada lado
hay lo que tentaría al cristiano a abandonar el camino estrecho; pero los que
deseen perfeccionar un carácter idóneo para la eternidad deben tomar la
voluntad de Dios como norma, y separarse por completo de lo que le desagrada.
Miles son
traicionados por el pecado, porque desguarnecen... el corazón. Se dedican por
completo a los cuidados de este mundo, y expulsan de su corazón la verdadera
piedad. Se apresuran impacientemente en la especulación, tratando de acumular
tesoros de este mundo.
De esa
manera se colocan en donde les es imposible adelantar en la vida cristiana.
“Sed sobrios y velad en oración”. 1 Pedro 4:7. Y mientras oran, esfuércense
fervientemente por guardar su corazón de toda contaminación, porque la oración
sin hacer esfuerzos es una burla solemne.
“No améis al
mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del
Padre no está en él”. 1 Juan 2:15.
Cada momento
de nuestro tiempo le pertenece a Dios y no tenemos derecho a cargarnos con
cuidados de tal manera que no haya lugar en nuestro corazón para su amor. Al
mismo tiempo, debemos obedecer la orden: “En lo que requiere diligencia, no
perezosos”. Romanos 12:11.
Debemos
trabajar para tener qué dar al que sufre necesidad. Dios no desea que
permitamos que se herrumbren nuestras energías por la inacción.
Los
cristianos deben trabajar; deben ocuparse en negocios, y pueden seguir hasta un
cierto límite en esta línea, sin cometer pecado contra Dios.
Pero
demasiado a menudo los cristianos permiten que los cuidados de esta vida tomen el
tiempo que pertenece a Dios.
Dedican sus
momentos preciosos de tiempo a los negocios o pasatiempos. Todas sus energías
se emplean en adquirir tesoros terrenales. Al obrar de esa manera, se colocan
en terreno prohibido.
Muchos
profesos cristianos son muy cuidadosos para que todas sus transacciones
comerciales lleven el sello de la honestidad más estricta, pero la
deshonestidad señala sus relaciones con Dios.
Absortos en
los negocios mundanales, fallan en llevar a cabo los deberes debidos a los que
están a su alrededor.
Sus hijos no
se crían en el temor y la amonestación del Señor. Se descuida el altar
familiar; la devoción privada queda en el olvido.
En vez de
colocar en primer lugar los intereses eternos, sólo se les da un segundo lugar.
Se roba a
Dios porque sus mejores pensamientos se entregan al mundo y su tiempo se gasta
en cosas de menor importancia. De esa forma quedan arruinados, no por su
deshonestidad al tratar con otros, sino porque han defraudado a Dios de lo que
es legítimamente suyo.
The Signs of
the Times, 17 de diciembre de 1896. [178]
domingo, 1 de enero de 2023
¡OTRO AÑO NUEVO!
Al terminar un año, y empezar otro, debe llamarnos a la reflexión de cómo estamos viviendo: Cada año nuevo es un año menos para vivir.
Es una realidad que es imposible eludir.
Puedes obviar esto, pero no por eso
seguirá vigente esta realidad.
Y cuando llegue el fin de nuestro
peregrinaje en este mundo. Nunca debemos olvidar que existe un Dios a quien
daremos cuenta del don de la vida que nos dio y del deber fielmente cumplido,
porque en cada lugar que él nos ha puesto, requiere fidelidad.
Por tanto, vivamos hoy responsablemente, que la vida tiene elementos como la salud, que hay que cuidar para vivir bien. Pueden faltar los demás elementos… pero si hay salud hay esperanza de que sea posible lograrlo.
Por tanto: “Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento” (Proverbios 3:5 BA).
¡Y
Un Feliz Año Nuevo! HNO. Pío Pablo