miércoles, 20 de junio de 2012

238. “ATRÉVANSE A SER COMO DANIEL”


Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse. Dan. 1:8.

El primer capítulo de Daniel enseña que lo que comemos y bebemos ejerce influencia sobre las facultades de la mente, y que si queremos tener cuerpos sanos y mentes despejadas debemos ser cuidadosos en nuestra dieta. Si somos negligentes en este aspecto y comemos simplemente para agradar el paladar, los órganos del aparato digestivo se dañan, la mente se perturba, y ninguno de ellos puede funcionar tan plenamente como Dios se propuso que lo hicieran. . .

Daniel y sus compañeros decidieron excluir de su alimentación todo lo que los contaminara, y un poder de lo alto obraba en armonía con sus esfuerzos. Como resultado tuvieron el privilegio de poder seguir su propio rumbo en el logro de su educación. Y la que obtuvieron fue mejor que la alcanzada por cualquiera de los hechiceros, astrólogos o sabios en todo el reino. Los que deseen tener una relación correcta con Dios necesitan estudiar el plan de Daniel. Este quedó claramente demostrado. Ustedes también pueden comprobarlo. Muchos piensan que quienes adoptan la reforma pro salud sufren la pérdida de fortaleza física, pero si lo intentaran, cambiarían de parecer..

Daniel ocupó una posición de mucha responsabilidad en Babilonia. Siempre existirán los que ocupan puestos de menor responsabilidad; pero cualquiera sea la tarea, nuestro ejemplo debe ser tal que conduzca a otros por la senda correcta. Debemos humillarnos delante de Dios, orar y confiar en El. 
 No oramos ni la mitad de lo que deberíamos orar con nuestras familias y a solas con el Señor. 
 Hay un mundo que salvar, y cada talento debería ser empleado en su servicio. Puede ser que no estén en condiciones de alejarse de sus familias, pero aun así pueden hacer una obra para Dios, y por su personal manera de obrar pueden alentar a los que tienen que realizar obra misionera. 

No podemos desperdiciar ninguna oportunidad para perfeccionar un carácter cristiano. No importa qué experiencias puedan tener los demás, recuerden que ustedes, en su posición y lugar serán probados individualmente. Vendrán tiempos cuando enfrentarán situaciones desfavorables, pero en tales momentos imploren a Dios, confíen en El y anden en sencillez de fe ante el Señor. 
 Los ángeles del cielo impresionarán sus mentes. 

 No dejen que éstas se llenen del yo y de los intereses propios. Hoy el Señor nos observa con misericordia y amor. ¿Quiénes seguirán su voluntad? ¿Quiénes se ejercitarán para vencer el temperamento impaciente, recordando que las palabras que pronuncian las dicen a los oídos de los ángeles? Estos agentes santos están continuamente ministrando en nuestro favor.
 (Manuscrito 73, del 27 de agosto de 1909, "Lecciones del primer capítulo de Daniel", sermón predicado en el congreso anual de Council Grove). Alza tus Ojos de E. G. de White

237. “CRISTO PURIFICA CON UN PROPÓSITO”

 

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Juan 15:1,2.

Cuando nos sobrecojan las pruebas, no meditemos en la magnitud de ellas, ni pensemos que no podemos gozarnos en el Señor. Es cierto que tendremos sentimientos cambiantes. Pasaremos por momentos de desánimo y depresión. ¿Pero viviremos por sentimiento o por fe? Cuando nuestros hermanos y amigos hablen imprudentemente, no nos descorazonemos. Recordemos que nos hallamos en un mundo de pruebas y dolor, de penas y desilusiones. Estas experiencias deberían conducirnos a Cristo. Si no lo hacen, sufriremos una pérdida.   

Cuando estemos tentados a abandonarnos al desaliento estudiemos la vida y las experiencias de Cristo. Tuvo que contender con los poderes de las tinieblas para que no lo vencieran. Nosotros tenemos las mismas batallas que pelear, las mismas victorias que ganar. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16). Es nuestro privilegio aferrarnos de la fortaleza del que puede salvar hasta lo sumo a todos los que acuden a Dios por medio de Él. El los invita a que presenten su caso ante el trono de la gracia y le entreguen su alma indefensa.

La purificación no es agradable, pero recordemos que Cristo vino al mundo y se humano para poder cargar las aflicciones que debemos soportar, y ser un ejemplo de fiel tolerancia bajo toda forma de prueba. Dios quiere que nos demos cuenta de que somos parte de la gran familia humana, y que debemos soportar las pruebas. . . Aférrense de la divinidad. Vayan a los pies del Señor y díganle: "Señor, te confío mi alma desvalida. Ayúdame a controlar mi conversación. Enséñame a vencer". Cristo le dará un espíritu triunfante. "Y ellos le han vencido", leemos, "por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos" (Apoc. 12:11).

Pueden dar un testimonio opuesto al que Satanás haría que ustedes den. Pueden preservar la mente y el corazón santificados por la obediencia a la verdad. Mantengan el corazón y la mente unidos a Cristo. Este es su privilegio. Los sufrimientos y la muerte de Jesús pagaron el precio de la redención, y por medio de la fe en El pueden vencer. . .

Que el amor de Cristo more en sus corazones. No pueden ser santificados en la verdad mientras las palabras y los caracteres no estén en armonía con el Espíritu de Dios. Si el temperamento precipitado y el habla imprudente no logran vencerse en esta vida, nunca podrán ser transferidos a las cortes divinas y a la presencia de Jesucristo. Debemos graduarnos cabalmente en esta vida si hemos de ser trasladados a la escuela superior de las cortes celestiales. (Manuscrito 79, del 26 de agosto de 1909, "Para que pueda llevar más fruto", sermón predicado en Council Grove, Kansas, en un congreso anual). Alza tus Ojos de E. G. de White

236. “APÁRTENSE DE LA NIEBLA DEL ESCEPTICISMO”


Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir 
en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Efe. 6:13.

Satanás se está esforzando al máximo para introducir sofisterías espiritistas, y para engañar las mentes. Cada seguidor de Cristo debe vestirse ahora con toda la armadura de Dios y pelear valientemente contra las intromisiones del poder de las tinieblas. No sean nuestros soldados sorprendidos durmiendo en sus puestos. El mundo ha de ser amonestado. . .

Hay hombres fuertes, preciosos a los ojos de Dios, que están fascinados. No se dan cuenta de que están representados por las vírgenes insensatas. La filosofía espiritista científica ha apartado sus mentes del mensaje que debe proclamarse en este tiempo. Algunos viven sólo para criticar, pues se relacionaron con los que aprendieron del gran engañador. Sus corazones portan el veneno de la serpiente y están preparados para emprender una campaña de incredulidad.

Los que se durmieron en sus puestos han de despertar ahora y aderezar sus lámparas. No deben alimentar ni un solo vestigio de duda con respecto a la verdad para estos tiempos. El hipnotismo de Satanás debe ser expuesto en su verdadera dimensión. No hemos de caminar hacia Egipto, sino hacia Canaán. El Señor me dice: "Te he fortalecido para que des el mensaje para este tiempo. Despierta a los hombres que han estado aceptando sofisterías. Son indiferentes a la gran importancia de la hora presente y a los peligros del futuro". Algunos que en el pasado tuvieron una experiencia genuina despertarán, porque sus vidas no han sido una continua contradicción a la verdad. 
 Poseen aceite en las vasijas con sus lámparas. Ni uno de ellos debería estar dormido. . .

Nuestros pensamientos, motivos y deseos han de ser colocados en obediencia a la voluntad de Dios. Han de ser inspirados y guiados por El. Hemos de preguntarnos: "¿Estoy usando todas mis facultades para mantener mi lámpara llena de aceite y dispuesta, de modo que la luz de la verdad presente brille clara e intensamente? ¿Estoy despertando al mundo a este peligro? ¿Estoy guiando a las almas moribundas a Cristo? ¿Estoy exhortando a los hombres para que vean que el fin de todas las cosas está cerca?". . . 

Los representados por las vírgenes prudentes, que en el pasado vivieron una preciosa experiencia en la verdad, han de levantarse ahora y aderezar sus lámparas. Los que oyeron los sofismas extirpen de sus vidas todo indicio de estos. No usen tiempo para discutirlos. No permanezcan en la niebla del escepticismo hasta que sea demasiado tarde para encontrar el rumbo. La consagración total a Dios pone fin a todas las imaginaciones e impostoras vanas y absurdas. 
(Manuscrito 80, del 24 de agosto de 1904, 
"¡Levántense y aderecen sus lámparas!"). 
Alza tus Ojos de E. G. de White