viernes, 28 de agosto de 2020

295. “NO HAY UN SENDERO INTERMEDIO AL PARAÍSO”

Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor,           y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré. 2 Cor. 6:17.

No hay ningún sendero intermedio al Paraíso restaurado. El mensaje dado al hombre para estos últimos días no debe amalgamarse con los recursos humanos. No debemos confiar en la sagacidad de los abogados mundanos. Debemos ser humildes hombres de oración, no comportándonos como los que están cegados por los agentes de Satanás... 

La gran luz y bendición que Dios ha otorgado no es un seguro contra la transgresión y la apostasía en estos tiempos finales. Los que han sido honrados por el Señor con altos puestos de confianza pueden volverse de la luz del Cielo a la sabiduría humana. Su luz se transformará entonces en tinieblas; las capacidades que le fueron confiadas por Dios, en una trampa; y su carácter, en una ofensa para Dios.

Dios no será burlado. El alejamiento de El ha producido y siempre producirá inexorables resultados. La reacción de actos que desagradan a Dios conducirá al impenitente paso a paso al engaño y al pecado abierto, a menos que decididamente se arrepienta y los abandone, en vez de procurar justificarlos. Todos los que quieran poseer un carácter que los haga obreros juntamente con el Altísimo y quieran recibir su encomio, deben separarse de los enemigos de Dios, y sostener la verdad que Cristo mostró a Juan [el Revelador] para que la diera al mundo...

La revelación de Jesús a Juan es un mensaje maravilloso, augusto, excelso, solemne. Presentarlo con convicción requiere todos los talentos que el Señor ha concedido a los hombres. Cuando Juan lo recibió, fue preparado por el Espíritu Santo, pues Cristo mismo descendió del cielo y le indicó lo que debía escribir.

Los que pretenden ser discípulos de Cristo a menudo manifiestan dureza de corazón y ceguera mental porque no escogen ni ponen en práctica la voluntad de Dios sino la suya propia. Los móviles egoístas se introducen y toman posesión de la mente y el carácter y, en su confianza propia, creen que su camino es sabio. No son cuidadosos en seguir los caminos y las palabras de Dios. Las circunstancias, según dicen, alteran los casos. 

Las prácticas mundanas se introducen y así son tentados y apartados. Se mueven en conformidad con sus propios deseos no santificados, haciendo senderos engañosos para sus propios pies y para los pies de los demás. El cojo y el débil suponen que los tales son guiados por Dios, y por consiguiente piensan que su juicio debe ser correcto. De esa manera muchos siguen sendas falsas que no han sido formadas para que los redimidos del Señor anden por ellas. 

Manuscrito 139, del 23 de octubre de 1903, 

           "El mensaje en Apocalipsis"). 

Alza tus Ojos (EGW) 309

294. “EL EVANGELIO ES PODEROSO”

Si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente. Efe. 3:2,3.

Por medio de la revelación divina, se desplegó ante Pablo el plan de salvación ejecutado por Cristo. Llamado por Dios, debía enseñar a los hombres que se hallaban en la desesperación, muertos en pecados y ofensas, que había liberación por medio del Evangelio de Jesucristo. 

Había vida y poder para alcanzar la santidad. 

Estas revelaciones otorgaron a Pablo la bendición de un maravilloso conocimiento. Aunque no podía presentar a otros todo lo que él mismo había visto, no obstante fue firmemente establecido en la verdad. Ningún sufrimiento ni burla pudo llevarlo jamás a negar las grandes verdades que le habían sido reveladas. 

Ninguna teoría falsa pudo apartarlo de la influencia de las magníficas visiones de las cosas celestiales que había recibido. No podía aceptar ideas extravagantes que neutralizaran el efecto de las revelaciones que había recibido de Dios.

El Evangelio, tal como lo presentó Pablo en sus escritos, es exactamente tan poderoso hoy como lo fue entonces. A los hombres de todas las edades se dan a conocer los ricos tesoros de la gracia de Cristo, el abundante amor de Dios tal como fue revelado por medio de su Hijo. ¿Podemos apreciar estas verdades en nuestra condición de frialdad y muerte espiritual?

El Evangelio de Cristo fue predicado a la nación judía. Si lo hubieran aceptado habrían confirmado su salvación. Al creer en Cristo hubieran podido llegar a ser miembros de la familia real, manifestando a través de los siglos posteriores las riquezas de su gracia. Pero ellos, como nación, rechazaron a Cristo, rehusaron sus ofrecimientos de misericordia, y fueron cortados de la vid original, para que los gentiles pudieran ser injertados.

 Sin embargo, aún tienen el privilegio de participar con los gentiles de la salvación de Dios. Creer en Cristo obrará en cada hombre una transformación de carácter.

Por medio de la gracia transformadora de Cristo, los frutos del Espíritu se muestran en la vida de los que una vez estuvieron muertos en los pecados y transgresiones. Su disposición, sus palabras y sus acciones revelan que son partícipes de la naturaleza divina. Esta gracia maravillosa fue revelada a Pablo, y él trabajó constantemente para que otros conocieran esas verdades salvadores.

El Evangelio fue predicado bajo la dirección del Espíritu Santo tanto al judío como al gentil. La muralla de división que había separado a los judíos fue derribada en Cristo Jesús. "Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu" (1 Cor. 12:13)  

(Manuscrito 111, del 22 de octubre de 1906, "Una advertencia contra la formación"). Alza tus Ojos (EGW) 308


domingo, 5 de julio de 2020

293. “EL DEBE CRECER”


Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe. Juan 3:30.

En cierta ocasión los gobernantes judíos enviaron mensajeros a Juan el Bautista para inquirir: "¿Tú, quién eres?"... El dijo: "Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías" (Juan 1:19,23)... 

Nadie que haya escuchado las palabras de Juan y haya notado la seriedad de su conducta, pudo dudar de que se refería al Cristo prometido al mundo por tanto tiempo... Multitudes aceptaban la predicación de Juan, y lo seguían de lugar en lugar. Muchos abrigaron en sus corazones la esperanza de que él fuera el Mesías. Pero, a medida que veía que el pueblo se volvía a él, procuraba dirigir sus mentes hacia el que venía...

Ahora, justamente antes de la venida de Cristo en las nubes del cielo, ha de efectuarse una obra como la que realizó Juan el Bautista. El Señor llama a hombres que preparen a un pueblo que esté firme en el gran día del Señor. 
El mensaje que precedió el ministerio público de Cristo fue: "Arrepentíos, publicanos y pecadores; arrepentíos, fariseos y saduceos; arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado" (véase Mateo 3:2). Como pueblo que cree en la pronta manifestación de Cristo, tenemos un mensaje que dar: "Preparaos para ir al encuentro de vuestro Dios". Nuestro mensaje debe ser tan directo como lo fue el de Juan. Reprendió a reyes por su iniquidad. A pesar de que arriesgaba constantemente su vida, no vaciló en declarar la Palabra de Dios; 
y nuestra obra en estos tiempos debe realizarse con la misma fidelidad.

A fin de dar un mensaje tal como el que Jesús dio, debemos tener una experiencia espiritual como la suya. La misma obra debe ser elaborada en nosotros.  Debemos contemplar a Dios, y al hacerlo, perderemos de vista el yo.

Juan tenía los defectos y debilidades típicos de la humanidad, pero el toque del amor divino lo había transformado. Cuando sus discípulos, después que hubo comenzado el ministerio de Cristo, se quejaron de que todos los hombres estaban siguiendo a un nuevo maestro, el Bautista demostró cuán claramente comprendía su relación con el Mesías, y cuán gozosamente daba la bienvenida a quien había preparado el camino. "Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe" (Juan 3:30). Viendo por fe al Redentor, Juan se había elevado a la altura de la abnegación. No procuró atraer los hombres a sí mismo, sino elevar sus pensamientos más y más alto, hasta que se detuvieran sobre el Cordero de Dios...

Los que son fieles al llamado de Dios como sus mensajeros no procuraran su propio honor. El amor al yo será absorbido por el amor a Cristo.  Reconocerán que es obra suya proclamar, como lo hizo Juan el Bautista: "He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo". Ensalzarán a Jesús, y con El, la humanidad será ensalzada.
 (Manuscrito 113, del 21 de octubre de 1907, "No juzguen").  
Alza tus Ojos (EGW) 307

lunes, 25 de mayo de 2020

292. “PROMESA DE PODER PARA VENCER”


Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, 
y a Jesucristo, a quien has enviado. Juan 17:3.
Entre las cosas que pueden estar a nuestro alcance no hay nada que se compare con la Palabra de Dios como instructora. Si mantenemos una estrecha relación con Dios, si le entregamos lo que es suyo- nuestra mente, nuestro corazón y todo lo que tenemos-, realmente encontraremos la paz y la felicidad que no se pueden obtener en ninguna otra parte.

¿De qué sirve vivir en este mundo dependiendo de la aprobación y las diversiones que podemos encontrar aquí? ¿Nos brindan felicidad?  
No; sólo nos ocasionan desasosiego y descontento, 
y al mismo tiempo estamos perdiendo el tesoro más precioso, 
las bendiciones más abundantes que Dios puede darnos.  

Necesitamos comprender mucho más el valor de nuestras almas. Necesitamos saber qué debemos hacer para realizar las obras de Dios: "Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado" (Juan 6:29). 
El puede ser para nosotros todo lo que deseamos.

Jesús proclamó en el último gran día de la fiesta:
 "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba" (Juan 7:37); y nuevamente lo oímos decir: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.  Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga" (Mateo 11:28-30). 

¿Han intentado ustedes hacer eso alguna vez?  
Muchos lo han hecho, y ellos saben que las palabras de Cristo son ciertas y verdaderas, y cuando los problemas vinieron como inundación, ellos acudieron a Jesús y fueron consolados y fortalecidos.

Cristo ha prometido que, si nos unimos a El, hallaremos paz, consuelo y esperanza, y sabremos por experiencia que sus palabras son una realidad.  
El desea que todos se salven. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.  Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él" (Juan 3:16,17)... 

Jesucristo sabía que la humanidad no tenía poder en sí misma para resistir la tentación del enemigo de las almas, y por consiguiente vistió su divinidad de humanidad, dejó su trono real y alto mando y vino a este mundo marchito y desfigurado por la maldición, y se humilló a sí mismo, con el fin de dejarnos ejemplo...  

No descendió a este mundo para asistir a las carreras de caballos, ni para ir al teatro, sino que vino manso y humilde, y nos invita a que aprendamos de El, el Rey de Gloria. Al hacerlo obtendremos el poder moral que nos quiere conceder, por el cual abandonó las cortes celestiales. (Manuscrito 16, del 20 de octubre de 1895, sin título; aparentemente es un sermón predicado en el congreso anual de Armadale, Australia). 
Alza tus Ojos (EGW) 306 

291. ¡ÁNIMO! PRONUNCIEN PALABRAS DE ALIENTO.


¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío. Sal. 42:11.

¿Están ustedes del lado del mundo, o del lado de Cristo?
¿Qué valor tendría todo el mundo para mi, 
con todo el oro y la plata 
que podrían acumularse? 
¿Qué valor tendría para Ud.?

El período de mi vida está casi por concluir. Muchos, muchos de mis primeros compañeros están ahora en la tumba. Todo lo que queda de lo que una vez fue nuestra numerosa familia, es una de mis hermanas; y está enferma. Dios me ha dado fortaleza. Él es mi salvación. Cada mañana me gozo en El. Sé que le he encomendado el cuidado de mi alma como a un fiel Creador; y sé que nunca me ha defraudado. Si ponen su confianza en el Señor, El dará a cada uno de ustedes su fortaleza, su gracia, su salvación.

Cuando alguien les pregunte cómo se sientenno se quejen, ni critiquen, ni traten de pensar en algo triste para contarle con el fin de ganar su compasión; sino tómelo de la mano, diciendo: "¡Alabado sea Dios! ¡Bueno es el Señor, y digno de ser honrado en gran manera! Lo amo porque El me amó primero".
Sea su conversación alentadora y llena de esperanza. No hablen con desánimo, contando su falta de fe, sus penas y sufrimientos, pues el diablo se deleita en oír tales palabras. Cuando hablan de temas deprimentes, están glorificando al enemigo. Hablen de la fe, la esperanza y el valor, glorificando así a Dios.

En vez de causar daño con los chismes, hablemos del inigualable poder de Cristo, y conversemos de su gloria, magnificando y exaltando así al Señor Jehová de los ejércitos, y preparándonos para entonar el cántico de victoria en el reino de gloria.

Cantando canciones de triunfo y acción de gracias ahora, podemos aprestarnos para entonar el cántico de Moisés y del Cordero cuando nos encontremos sobre el mar de vidrio.

El Señor permanecerá con nosotros durante esta vida, si permitimos que su Espíritu nos guíe y no dejamos de glorificar su nombre. Deberíamos introducir en nuestras vidas tanto del cielo como sea posible. 

La luz del cielo que ilumina el corazón será difundida con palabras agradables, con hechos llenos de amabilidad hacia los que nos rodean. Si nos hemos relacionados con el Señor, podremos decir en el momento de su venida: 
"He aquí, éste es nuestro Dios; le hemos esperado, y nos salvará" (Isa. 25:9).
(Manuscrito 111, del 19 de octubre de 1901, 
un sermón predicado en la capilla 
del Sanatorio de Santa Elena).
Alza tus Ojos (EGW) 305


sábado, 25 de abril de 2020

290. “NUESTRO EJEMPLO EN EL TRABAJO POR LOS DEMÁS” (ALZA TUS OJOS) EGW.


Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura;
 la noche viene, cuando nadie puede trabajar. Juan 9:4.
Los años pasan rápidamente, llevándose consigo sus registros a la eternidad. Donde vean que hay una obra que realizar, trabajen de la mejor manera posible, tal como lo manda Cristo. Colóquense bajo la disciplina de Dios. El que profesa ser cristiano, y sin embargo actúa con el espíritu de un mundano, da testimonio de que es un discípulo falso...

Si el mensaje hubiera avanzado de acuerdo a las instrucciones del Señor, en el poder del Espíritu, miles habrían sido atraídos a la verdad. . . El Cielo ha de ser reflejado en el carácter del cristiano. Debemos trabajar como lo hizo Cristo. Nuestra causa debería estar mucho más avanzada de lo que está. Fue el plan de Dios que los que viven en tinieblas vieran gran luz... La obra de Cristo fue en progreso constante. Su vida ejemplifica cómo debemos trabajar.  Permanentemente andaba haciendo el bien... Su paciencia era inagotable, su amor incontenible.

Debo entregar un mensaje a todos aquellos sobre quienes ha brillado la luz de la verdad. Deben esforzarse paciente y perseverantemente por los miles que están muriendo en sus pecados, como náufragos en una playa desierta. Todos los que comparten la gloria de Cristo, deben compartir su ministerio, ayudando a los pobres, a los débiles, a los desamparados. Obremos usando toda capacidad en el servicio del Señor y preciosos resultados seguirán, indudablemente, a los esfuerzos abnegados. Los obreros recibirán del Gran Maestro la más elevada de todas las educaciones.
Hablamos de una educación superior. La suprema educación es hacer de la vida de Cristo nuestro permanente libro de texto. 

Erradique todo orgullo, toda frivolidad, todo deseo de seguir las modas del mundo. Hemos de recibir de Cristo la más elevada educación posible, de modo que no conduzcamos a las almas por el sendero que Dios prohíbe. No debe haber límite para la perfección del ejemplo que hemos de dar a los incrédulos. Ninguna obra descuidada o negligente debe entrar en nuestra experiencia y preparación religiosas.

Los seres humanos no tienen derecho a pensar que hay límite para sus esfuerzos de salvar almas.  Los que están verdaderamente convertidos comprenderán que nunca verán al Señor en su gloria a menos que formen un carácter que armonice con el de Jesús. 

Los indiferentes que no ponen sus pensamientos, palabras y acciones en conformidad con Cristo, jamás traspasarán los portales de la ciudad de Dios. Los esfuerzos realizados por el sincero amor hacia Cristo darán como resultado inestimables frutos. El Señor exhorta a su pueblo a comenzar la obra para la cual lo ha estado llamando desde el principio.
 (Carta 104, del 18 de octubre de 1910, al Hno. S. N. Haskell y Sra.).  
Alza tus Ojos (EGW) 304 

sábado, 28 de marzo de 2020

289. ¿ACEPTARON LA INVITACIÓN? (ALZA TUS OJOS) EGW.


El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo. Mateo 22:2.
El Señor Dios ha provisto un banquete para toda la raza humana. Se representa en la parábola como una gran cena donde se provee una fiesta para cada alma. Todos los relacionados con esta cena pueden disfrutar del festín, que es el Evangelio. Esta fiesta está abierta a todos los que la reciban. Todos son invitados e instados a ir...

Quienes son partícipes de la fiesta de bodas, la fiesta del Evangelio, por medio de este hecho expresan que han aceptado a Cristo como su Salvador personal. Usan sus vestimentas distintivas. Han aceptado la verdad según es en Jesús, que es el manto de la Justicia de Cristo. Sólo glorifican 
a Cristo los que aceptan la invitación: "Venid pues todo está listo", vengan a la cena de bodas del Cordero. Estos se ponen el lino blanco, el carácter limpio, puro, mostrando así que dejaron la senda del viejo hombre que vive en su ignorancia. Su lenguaje cambia. Su conversación es totalmente diferente...

Todos los que reciben la luz de la Palabra son altamente favorecidos. Esa Palabra es el Pan de Vida para quienes la comen. "En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, 
oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, 
y las has revelado a los niños" (Lucas 10:21).  

Los sacerdotes, escribas y gobernantes eran tan autosuficientes que no hacían caso a las palabras de Cristo. Fueron convencidos, su entendimiento fue persuadido, pero ellos no quisieron recibir al Enviado de Dios. Habían sido honrados con toda ventaja temporal y espiritual, pero Cristo consideró que rechazaban toda la misericordia, la compasión, la ternura y el amor que El había venido a traerles al mundo. Se apartaron de la luz y la evidencia que Cristo les había dado y despreciaron su misericordia. Los miró con vivo anhelo y dijo: "Sí, Padre, porque así te agradó" (vers. 21). Se afligió porque el pueblo más favorecido sobre la faz de la tierra fuera precisamente el que negó y rechazó su ofrecimiento de vida eterna.

Debe haber un progreso constante de nuestra parte. La revelación del Padre al agente humano será tal que la mente pueda aferrarla y comprenderla. Todos los que prosigan resueltamente conociendo la verdad según es en Jesús sabrán que aún hay mucho que aprender. La expansión, el desarrollo, el aumento de la fe y la santidad nos proveerán experiencia en la vida religiosa, y esta es la ley de la vida cristiana (Manuscrito 143, del 17 de octubre de 1898, "La parábola de la fiesta de bodas").
 Alza tus Ojos (EGW) 303

jueves, 12 de marzo de 2020

288. “PERMANEZCAN EN CRISTO” (ALZA TUS OJOS) EGW.


Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, 
si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Juan 15:4.
Cristo permite que las aflicciones acosen a sus seguidores para que puedan ser guiados a buscar al Señor más fervientemente. Por lo tanto cuando sobrevengan las pruebas, no piensen que el Señor es su enemigo. El tiene motivos para la purificación. No desea que ustedes se desanimen, sino que los prueba para ver si le serán fieles y si se conducirán prudentemente en cualquier circunstancia. 
No desea apartarlos, sino acercarlos al Señor. En Dios se halla la única esperanza del cristiano en tiempos de perplejidad.

No hablen con los demás acerca de sus tribulaciones, puesto que ellos también tienen bastante que soportar de su propia parte, y nuestros amigos humanos no siempre pueden entender. Es su privilegio acudir al Único que siempre entenderá, porque su vida en la tierra fue de constantes pruebas y perplejidades, soportadas sin defecto ni pecado...

No es suficiente que de vez en cuando oren, y se comporten con justicia. Deben poseer los atributos que Cristo, morando en ustedes, desarrollará en sus vidas continuamente. ¿Cuántos de nosotros vivimos esta experiencia? No obstante podemos tenerla y, teniéndola, seremos la gente más feliz sobre la faz de la tierra. Con la palabra de Cristo que mora en nosotros, daremos evidencias de que hemos recibido totalmente a Aquel que en su humanidad vivió una vida sin pecado. En la fortaleza de la divinidad venceremos toda tendencia al mal...

La diferencia entre el carácter de Cristo y el de otros hombres de sus días era totalmente evidente; 
y por esta diferencia el mundo lo odiaba. Lo aborrecía por su bondad y su estricta integridad. Y Cristo declaró que los que evidenciaran las mismas cualidades serían aborrecidos del mismo modo. 
A medida que nos aproximamos al fin del tiempo este odio hacia los seguidores de Jesús irá creciendo cada vez más.

Cristo tomó la humanidad y cargó con el odio del mundo para poder mostrar a los hombres y las mujeres que podían vivir sin pecado, que sus palabras, sus acciones y su espíritu podían ser consagradas a Dios. Podemos ser perfectos cristianos si manifestamos este poder en nuestras vidas. Cuando la luz del Cielo descanse continuamente en nosotros, representaremos a Cristo. 
Fue la justicia revelada en su vida lo que lo diferenció del mundo y provocó su odio... 
Las palabras de Cristo están dirigidas a su pueblo en todos los tiempos: a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. (Manuscrito 97, del 16 de octubre de 1909, "Yo soy la verdadera vid", sermón predicado en San José, California, EE. UU). 302

287. “LOS HIJOS SON PATRIMONIO DE DIOS” (ALZA TUS OJOS) .


He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. Sal. 127:3.
Tengo un mensaje especial para los padres. Se me encargó comunicarles los estrictos requerimientos de Dios en cada familia. Es menester que padres y madres se reconviertan diariamente en cuanto a traer luz a sus propias familias. Cultiven la amabilidad cristiana en la instrucción de sus hijos. Vigílense a sí mismos. Nunca permitan que su mano castigue a su hijo con ira. 

Sus hijos son patrimonio de Dios y se los debe tratar bondadosamente, pero no justificarlos en su falta de respeto a la justicia y verdad por su propia irreverencia descuidada. Proporciónenle justicia. Cristo es verdad, el modelo completo y perfecto de lo que cada alma debe ser si ha de entrar en las cortes celestiales. Todas las grandes verdades están expuestas. Nunca podrán sanar un espíritu maligno realizando una obra irreligiosa. Cristo es su modelo de carácter. . . 

Sean afables en la conversación con sus hijos. Ninguna reprensión ruidosa y violenta los curará de alguna acción perversa. Sacudir a sus hijos en un arranque de ira no los convertirá de su error en la manera de cumplir la voluntad de Dios. Ellos pertenecen al Señor. Como pueblo que profesa ser reformador, la mejor lección que pueden dar a sus hijos en esta era de corrupción no es consentirlos a que adopten el estilo mundano. Hijos e hijas deben ser instruidos con respecto a lo que significa ser obedientes a las exigencias de Dios, quien los capacitará para tener un lugar en el reino celestial.
Velen y oren, padres y madres, no sea que entren en tentación. Entreguen sus corazones, mentes y almas al servicio del Señor. No han de ser severos, sino arrodillarse ante el Señor con sus propios corazones enternecidos por su gracia. Conviértanse para que puedan recibir la aprobación del Espíritu Santo. Qué alivio saber que el Señor los ayudará en toda emergencia, puesto que son obreros juntamente con El. . .

"Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo" (2 Cor. 5:10). Lean todo este capítulo. Lean el capítulo 6 y oren en favor de sus hijos. "Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios" (2 Cor. 6:1). 
Padres y madres, ustedes toman la responsabilidad de traer hijos al mundo. ¿Consideran ustedes que no deben trabajar en vano? "Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios". . . Esto ocurre ahora en la experiencia cristiana.  
Aquí tenemos un gran incentivo.  
Aquí están las gracias que hemos de recibir, si cumplimos las condiciones. Padres, madres. . . 
sus hijos son patrimonio del Señor que se les ha confiado para que fuesen criados en el temor del Señor. 
(Manuscrito 61, del 15 de octubre de 1911, "Responsabilidades individuales de padres y madres"). 

jueves, 23 de enero de 2020

286. LA JUSTICIA OCUPARA EL TRONO (ALZA TUS OJOS) EGW.


Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Mat. 25:41.

Es posible que los hombres rindan al Salvador un homenaje externo, que sean cristianos profesos, que posean una forma de piedad, mientras que el corazón, cuya fidelidad El estima por encima de todo, esté separado de Él. Los tales tienen nombre de vivos pero están muertos...

A la cena de bodas del Cordero llegarán muchos que no poseen el traje de bodas; el manto comprado [por Cristo] para ellos con su sangre. De labios que nunca cometieron error brotaron las palabras: "Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda?" (Mat 22:12). 
Aquéllos a quienes se les dirigen estas palabras, enmudecen. Saben que hablar será en vano. 
La verdad, con su poder santificador, no ha sido introducida en el alma, y la lengua que una vez habló valientemente permanece ahora en silencio. Entonces se pronuncian las palabras: "Quitadlos de mi presencia. No son dignos de gustar mi cena" (véase Luc. 14:24).

A medida que son apartados de los fieles, Cristo los considera con profunda tristeza. Ocuparon puestos elevados y de confianza en la obra del Señor, pero no tienen la póliza del seguro de vida que los hubiera habilitado para la vida eterna.  

De los labios temblorosos de Cristo salen las penosas palabras: "Yo los amé; di mi vida por ellos; pero ellos insistieron en rechazar mis súplicas, y continuaron en el pecado. ¡Oh, si tú hubieses conocido, aun en este tu día, las cosas que pertenecen a tu paz! Pero ahora están ocultas de tus ojos". 

Hoy Cristo considera con tristeza a aquéllos cuyas características debe al fin negarse a reconocer. Ensoberbecidos con autosuficiencia piensan que todo va bien con sus almas. Pero en el último gran día, el espejo de la investigación les revela la iniquidad que sus corazones han practicado y, al mismo tiempo, les muestra la imposibilidad de reforma. Se realizó todo esfuerzo para guiarlos al arrepentimiento. Pero rehusaron humillar sus corazones. Ahora se escucha el amargo lamento: 
"Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos" (Jer. 8:20)...

¡Qué escena! Repaso el tema una y otra vez, agobiada por una agonía que ninguna lengua puede expresar, en tanto veo el fin de muchos, muchos que se han negado a recibir a su Salvador.  

 La justicia ocupará el trono, y el brazo fuerte para salvar se mostrará asimismo fuerte para castigar y destruir a los enemigos del reino de Dios. Cristo pondrá al descubierto los motivos y hechos de cada uno. Toda acción oculta resaltará tan claramente delante del Hacedor como si fuese proclamada ante el universo. (Manuscrito 121, del 14 de octubre de 1903, "Una advertencia solemne"). 

285. NADIE PUEDE IR AL CIELO SOLO (ALZA TUS OJOS) EGW.


También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, 
y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. Juan 10:16.

Estimada hermana María: Mientras estuve escribiendo lo que me ha sido mostrado en Roosevelt [Nueva York], con respecto a casos individuales, se me mostró el suyo, y trataré de escribirle según me fue presentado. Vi que Ud. no está en la luz y favor de Dios, sino que está demasiado mezclada con el mundo; que su amor por sus hermanos y hermanas observadores del sábado. . . se está enfriando...

Su influencia últimamente no ha estado en unión con el Espíritu y la obra de Dios, y Ud. no está avanzando sino retrocediendo. Las opiniones de los incrédulos ejercen una poderosa influencia sobre su mente. El Señor está educando a su pueblo y probándolo. Seremos probados en todas las maneras hasta que se nos quite toda la escoria y no quede otra cosa que el oro puro. Hay una obra que Ud. debe cumplir. Debe poseer profunda humildad de alma y luchar contra el yo y la voluntad inflexible, o sin duda será atrapada por el enemigo.

Algunos de los que aman oír y decir cosas nuevas la han afligido y herido, y Ud. ha censurado mentalmente a quienes no lo merecen y ha sospechado de aquellos en quienes podía confiar con toda seguridad. Cuando asuma la posición que debe, entonces su corazón estará estrechamente entrelazado con sus hermanos y hermanas, y sus corazones con el suyo, pero se ha estado separando de ellos y la razón está en Ud. misma. No está dispuesta a ser guiada y enseñada. Tinieblas y sombras se están acumulando sobre Ud. Satanás desea zarandearla como a trigo, está velando ansiosamente para regocijarse con su caída.

Dios llama a su iglesia a separarse del mundo en cuanto a la vestimenta más de lo que Ud. piensa. Está constantemente instruyendo a su pueblo para que huya del orgullo, del amor al yo, pero Ud. está obrando exactamente en oposición al Espíritu de Dios en este asunto, de allí que ande en la oscuridad y colocándose en el campo del enemigo. 

Vi que Dios la ama. El Buen Pastor ha cuidado de Ud. tiernamente y la ha protegido en medio de las aflicciones y sufrimientos; no obstante debe rendir su voluntad y juicio, y estar dispuesta a ser enseñada.  

Nadie, ni siquiera uno, puede ir al cielo solo. El Altísimo posee un pueblo a quien está guiando y preparando. Deben estar sujetos unos a otros. Si alguno intenta ir al cielo solo, independientemente, descubrirá que ha escogido el sendero equivocado que no lo conducirá a la vida.

Querida María, la aprecio mucho. He tratado de escribir esto según me fue presentado. Mi oración es que pueda Ud. verlo como realmente es y que realice una obra segura y completa para la eternidad.  De su hermana, [firmado] Elena G. de White. 
(Carta 19, del 13 de octubre de 1861, 
a una joven cristiana). 

miércoles, 22 de enero de 2020

284. “COMO VE DIOS EL PECADO” (ALZA TUS OJOS) EGW.


Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado. 
Núm. 20:12.

Algunos considerarían... que el pecado [de Moisés] debería pasarse por alto sin mucha atención; pero Dios no piensa como el hombre. Cuando las colinas de Canaán estuvieron a la vista, los israelitas murmuraron porque el arroyo que había corrido dondequiera ellos acampaban, cesó de hacerlo.  

Las quejas del pueblo fueron dirigidas contra Moisés y Aarón, a quienes acusaron de traerlos al desierto para que muriesen. Los guías fueron a la puerta del tabernáculo y se postraron sobre sus rostros. Nuevamente "la gloria de Jehová apareció", y se le mandó a Moisés: "Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña" (Núm. 20:6,8).


Los dos hermanos, ya ancianos, se dirigieron a la multitud, Moisés con la vara de Dios en su mano. Mucho tiempo habían soportado pacientemente la rebelión y la obstinación de Israel; pero ahora, finalmente, aún la paciencia de Moisés cedió. "¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña?" (vers. 10, el énfasis es nuestro). Y en vez de hablarle a la roca la golpeó dos veces con la vara.

El agua manó abundantemente para satisfacer a la muchedumbre. Pero se había cometido un gran error. Sus palabras habían sido el resultado de sentimientos de exasperación. . . "¿Extraeremos nosotros agua?", interrogó, como si el Señor no cumpliría lo que prometió. Jehová declaró a los dos hermanos: "No creísteis en mí para santificarme delante de los hijos de Israel" (vers. 12).

Más que esto, Moisés y Aarón se habían arrogado el poder que pertenece sólo a Dios. La necesidad de intervención divina hizo que la ocasión fuera de gran solemnidad y los líderes de Israel deberían haberla aumentado para grabar en el pueblo la reverencia hacia Dios y fortalecer su fe en su poder y bondad.  

Cuando clamaron airadamente, "¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña?", se colocaron en el lugar de Dios, como si el poder estuviera en ellos. Con estas palabras deshonraron mucho a Cristo, su Dirigente invisible.   

Dios, no el hombre, debió haber sido glorificado. 

 El Señor reprendió a estos guías y declaró que no debían entrar en la tierra prometida. Ante la hueste hebrea el Altísimo demostró que el pecado del dirigente fue mayor que el de quienes eran guiados. (Manuscrito 169, del 12 de octubre de 1903, "Palabras de amonestación contra los peligros actuales"). 

283. “SE PRUEBA EL CARÁCTER” (ALZA TUS OJOS) EGW.


Nubes y oscuridad alrededor de él; justicia 
y juicio son el cimiento de su trono. Sal. 97:2.

Dios probará el carácter en cada punto. El tiene corazón de Padre y mucha paciencia con sus hijos. En su trato con el pueblo de Israel les suplicó con misericordia y amor. Pacientemente expuso sus pecados ante ellos, y con clemencia esperó que vieran y reconocieran sus errores. Cuando se arrepintieron y confesaron sus pecados, El los perdonó; y aunque la ofensa se repitió frecuentemente no pronunció palabras de burla, ni expresó resentimiento.

Cristo claramente afirmó, que aunque alguien peque reiteradamente ha de ser perdonado, 
si se arrepiente, aun si pecare setenta veces siete. . .

El habla es un talento [que nos ha sido dado] en administración, y Dios multiplicará cada inversión que se haga en su amor y en su temor. Elevará y sostendrá a quienes lo necesiten. . . Recuerden que el silencio es elocuencia. Explayarse libremente según ha sido la costumbre [de algunos] separa el alma de Dios, y trae aparejada condenación. 

HAYA MAS ORACIÓN y menos conversación sobre los errores de los demás. 
Por medio de mucha oración, sea el yo enteramente consagrado a Dios.  

Entonces trabajen con todas las facultades y poderes que Dios ha concedido para ayudarse mutuamente a alcanzar una norma más elevada. Trabajen conjuntamente con los ángeles ministradores, y obtendrán una experiencia que será del más alto valor...

Es menester que el poder transformador de Dios se vea sobre la lengua, refrenando las palabras que no deberían pronunciarse. Entonces el Espíritu Santo será revelado uniendo, no separando...

Todos los que deseen estar entre los que permanecerán delante de Dios sin culpa 
deben comenzar sin retraso la obra práctica de vencer.  

El Señor permite que nos sobrevengan pruebas con el fin de que podamos ser purificados de la mundanalidad, del egoísmo, de la aspereza de carácter tan diferente del de Cristo. 

 El desea crear en todo corazón un anhelo profundo y ferviente de ser limpiado de toda mancha de pecado, de modo que podamos salir mas puros, mas santos y más felices de cada tribulación que El permite.  

Nuestras almas se oscurecen por el egoísmo, pero si tan sólo miramos a Jesús el yo morirá.  Se producirán cambios en el hablar y en el obrar. Si somos pacientes bajo la prueba crucial, saldremos reflejando la imagen del  Maestro. "Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía" (Sal. 37:6). "Justicia y juicio son el cimiento de su trono" (Sal. 97:2).
 (Manuscrito 61, del 11 de octubre de 1900, sin título).