Porque los que quieran enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición. 1 Tim. 6: 9.
Hace muchos años me fueron presentadas en visión algunas cosas relacionadas con usted y su familia. En junio pasado hizo un año que me fueron presentados los casos de diferentes familias que habían errado en algunas cosas; y me fue presentado otra vez su caso en conexión con su esposo y sus hijos. Era un hecho ocurrido muchos años atrás.
La vi vigilando a su esposo con una especie de celoso temor. A pesar de que él le había entregado su corazón, Ud. temía que él pudiera pensar demasiado en otras que no tenían derechos a sus afectos. . . Sus temores eran infundados. A pesar de ello, este temor la estado acompañando a lo largo de su vida matrimonial. Ud. ha pasado muchas horas de sufrimiento innecesario examinado las palabras y las acciones de su esposo con una mente censuradora, adjudicándole motivos erróneos.
Satanás está siempre listo para hacer su parte a fin de. . . echar a perder la felicidad de una familia que de otro modo podría haber sido completa. Vi que este espíritu de celos era tan cruel como la tumba y estaba causando un distanciamiento sentimental entre el esposo y la esposa. Con el andar del tiempo, los hijos muy a menudo comprendieron los sentimientos de su madre. La tristeza y perturbación que ella sufría despertaron simpatía en sus corazones, y se vieron. . . distanciados en un grado mayor o menor de su padre. Toda esta infelicidad era gratuita. Satanás había logrado magnificar palabras y actos inocentes de tal manera que aparecieran como faltas. . .
Ud. [también] tiene algo para hacer, hermano P----- [el esposo], a fin de librarse de su egoísmo supremo. Ud. se está volviendo tan avaro y ama tanto el dinero, que cada centavo le parece mucho y toda la generosidad de su carácter se cambia en amor al dinero, a un deseo de acumularlo y guardarlo. Ud. ha ganado algo de dinero pero ¡oh, a qué costo! ¡Qué pérdida! Sacrificó cruelmente el poder salvador de la fe y la verdad.
Hermanos en la verdad presente, abandonen estas empresas inciertas [la inversión en derechos de patentes]. Busquen un empleo permanente, aun cuando las entradas resultantes puedan ser pequeñas, y no estén cambiando mucho. Muchos de nuestros hermanos se comprometen en este negocio de los derechos de patente que les parece prometedor; pero una vez que han caído en la trampa se sienten chasqueados y sin sus medios; medios que debieran haberse invertido en sostener a sus familias y en hacer avanzar la causa de la verdad presente. Entonces llega el remordimiento, el arrepentimiento y la tristeza, y algunos que fueron una vez concienzudos, renuncian a su confianza y pierden su gozo espiritual, y en consecuencia también su salud.
(Carta 9, del 20 de marzo de 1864, dirigida a un matrimonio que se había contado entre los primeros creyentes adventistas). 92
(Alza tus Ojos de E. G. de White)
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